Caza Mayor

Hay muchos cazadores que no son muy aficionados a la montería o a la batida, pero eso no quita para que no puedan practicar la caza mayor. El rececho es una modalidad venatoria que puede llevarse a cabo durante más tiempo que las monterías y batidas por varias causas, pero la principal es porque la variedad de especies sobre la que se practica permite fechas y épocas diferentes de caza. Y un buen rececho colma de satisfacción a gran parte de los cazadores. Además, y voy más allá dejando a un lado el rececho, ¿quién dice que no se puede hacer una espera en invierno?

Al tiempo que cambiamos de año, la temporada montera inicia su recta final. Las citas en las sierras y dehesas se suceden y los resultados, con jabalíes y venados como piezas preferentes, dan la razón a los muchos que señalábamos que ésta sería una buena campaña montera. Así, para abrir las páginas dedicadas a esta modalidad venatoria tan tradicional y nuestra, publicamos el artículo que el experimentado y muy reconocido cazador Manuel Mialdea ha escrito sobre una montería a la que asistió esta temporada en el noroeste de Huelva. Y a continuación del magnífico relato de un hombre que lleva “monteando desde que tengo uso de razón”, el más completo repaso de las últimas semanas del ejercicio con las mejores crónicas monteras.

Pocos de los lectores que me hayan seguido en estos años como escritor habitual en este medio -y en otras revistas del gremio- desconocen mi cruzada para que se cacen hembras de corzo. Parece como si las féminas del corzo me hubieran hecho algo personal, y, en realidad, nada más lejos de las motivaciones que me llevan a aconsejar a todos los titulares de cotos o a responsables de su gestión con los que me cruzo que se cumplan e implementen los cupos de hembras. El motivo es que estoy convencido que es lo mejor para las poblaciones de corzo y para mantener buenos trofeos.