Caza Mayor

A propósito de lo que comentaba en mi artículo del pasado mes de octubre sobre las perspectivas de esta nueva temporada montera, parece que los resultados obtenidos hasta ahora en las monterías celebradas han superado mis previsiones, que de por sí eran ya muy optimistas.

Una de las sensaciones más puras del esfuerzo, del conocimiento, de la habilidad y de la paciencia del cazador se da, sin duda alguna, en los recechos de alta montaña. Allí la preparación física ha de ser adecuada al esfuerzo, el conocimiento te indicará por dónde debes andar y buscar dependiendo de todas las circunstancias que rodean a esta caza, la habilidad te llevará a aprovechar el terreno, el aire y la vegetación para situarte en ventaja frente al animal y, por último, la paciencia será como el libro de cabecera que siempre preside tu mesilla de noche.

Voy a analizar en esta ocasión un viejo cartucho al que me unen más de veinte años de pasión, el venerable 9,3x62. Escribiré por qué en mi opinión es el mejor cartucho de montería o batida que se ha fabricado. También es uno de los más contundentes para aguardo de cochinos. Además, si usted tiene la suerte de participar en alguna aventura venatoria fuera de España, puede ser un calibre que le dará un magnífico resultado para muchas situaciones de caza internacional, siéndole utilísimo tanto en ciertos safaris africanos como en cualquier cacería en la que se tire a animales medios e incluso pesados a distancias medias y cortas.