Coches Clásicos

Es indiscutiblemente uno de los Ferrari más bonitos de las últimas décadas. En él pueden verse los primeros signos de la etapa actual de los coches de Maranello, y surge la duda de si es el primer cavallino del nuevo milenio, pese a su edad de nacimiento, o por el contrario es el último de los Ferrari V8 con motor central de concepción clásica.

Cuando al acabar la I Guerra Mundial André Citroën decidió convertirse en fabricante de automóviles, la historia de la industria europea del sector cambió radicalmente al ser él quien incorporó de manera decidida los métodos de producción en serie de Henry Ford, hasta el punto de que Louis Renault, entonces el nº 1 de Europa, dijo de él en tono admirativo que “Citroën es el hombre que evita que nos durmamos”.

Durante la II Guerra Mundial, las instalaciones turinesas de Carrozzeria Ghia resultaron completamente destruidas, lo que junto a la muerte de su fundador en 1944, hizo que una nueva y provechosa etapa en manos de Mario Felice Boano se abriera paso tras la contienda. El coche que hoy traemos a nuestras páginas es buena muestra de ello.