PescaMar

Número 195 / Junio 2019

Kabura & Inchiku, la evolución del jigging. Con el verano... ¡llegan los chipirones! Técnica: Lubinas a spinning ultra-finesse. Rascando el fondo, tras corvinas, pargos y lubinas. Surfcasting: Primeras noches de sargos sobre fondos mixtos. Especies: Presente, pasado y futuro de la imponente urta. Tiempo de spinning, tiempo de obladas. La compra de una nueva caña, un dilema plagado de condicionantes.
PescaMar 195
Artículos destacados
Técnica
Kabura & inchiku
Fueron muchos años practicando jigging (jigging del duro) en el Estrecho de Gibraltar, disfrutamos como nunca sintiendo cómo una sama de 14 kilos se te colgaba en el anzuelo a 90 metros de profundidad, cómo un mero de 18 kilos no te daba respiro en los primeros metros, o cómo a algunos afortunados un atún les medio vaciaba el carrete en la primera carrera; nos divertimos con la captura de infi nidad de depredadores que muchos afi cionados a la pesca sólo veían en las revistas de pesca, y que nosotros, unos privilegiados, pescábamos tan sólo a media milla escasa de la costa.
Cefalópodos
Y con el verano... ¡llegaron los chipirones!
En el momento en el que la temperatura de las aguas comienza a subir, los grandes calamares laminados (Loligo forbesi) se alejan de nuestras costas a zonas más profundas y frías; sólo quedan en zonas cercanas a la costa pequeños ejemplares de nuestro calamar común (Loligo vulgaris); esta especie está presente en todas las aguas atlánticas y cantábricas, siendo muy escasos en la zona mediterránea. En este artículo vamos a ver las diferencias entre pescar calamares (desde octubre hasta abril) y pescar los llamados chipirones (desde mayo hasta septiembre).
Embarcación
Rascando el fondo en busca de corvinas, pargos y lubinas
Se acercan los meses de calor y la consiguiente subida de la temperatura de las aguas; muchos de los peces que más nos interesan empiezan a reducir su tiempo de actividad, se hacen más esquivos, y se establecen en las capas más profundas de la columna de agua. Es el caso de especies tan deportivas como las corvinas, los pargos, los dentones y las lubinas; encontrarlas es siempre cuestión de perseverancia y de observación, aunque hacerlas picar es, no pocas veces, cuestión de técnica y, con frecuencia, de buscarlas muy abajo, bien cerca de los bajos de roca y de los cortados de arena y piedra o, lo que es lo mismo, justo rascando el fondo.