Futbolista

A punto de llegar a los veinte años y ya se ha convertido en uno de los referentes de la zaga del Real Madrid. Desde la irrupción de Íker Casillas en 1999 el equipo blanco no había visto a un jugador crecer tanto en tan poco tiempo como Raphael Varane. No se trata de un central para el futuro, sino de una realidad del presente. Es, sencillamente, el mejor defensa de su generación.

Agarró con firmeza las escaleras del máximo nivel y sigue subiendo peldaños. Sin prisa pero sin pausa, en un año pasó de los quince goles con el Rayo a la veintena con el Swansea City. Y de ahí a su primer título, una Capital One Cup que garantiza al club galés participar en la próxima Europa League. El continente ya conoce a un jugador que ha hecho levantar la vista a aquellos que ya se habían acostumbrado a la superioridad de los de siempre. Nadie vaticinó su rendimiento, pero él no se sorprende: sólo juega y disfruta.

La omnipresencia de Messi hace que muchos olviden al salvavidas del Barça en las grandes ocasiones, que tampoco está fallando esta temporada. El manchego ha mejorado sus prestaciones hasta alcanzar ya la plenitud futbolística. Juega en todas partes, asumiendo papeles y funciones muy diferentes con el único elemento en común de que siempre lo hace bien.