Perros de Caza

Que la afición a la caza y la práctica cinegética van por ciclos es algo que todos, más o menos, tenemos claro. En estos periodos se producen fluctuaciones tanto en lo que el campo ofrece y provee a perros y cazadores, como en lo que éstos ponen en práctica para hacer percha, todo condicionado por las circunstancias y, cómo no, por las modas. Así las cosas, en pleno trasiego de aficionados que van y vienen de una raza a otra buscando aquélla que mejor se acople a las necesidades de su ejercicio venatorio, encontramos un flujo constante que en estos últimos años está encaminando a un gran número de aficionados a la caza al salto a acompañarse de perros levantadores -fundamentalmente podencos andaluces y, poco a poco, cada vez más, springers spaniels- para intentar adaptarse al aumento de piezas de pelo y a la mala situación de la patirroja. Pero, como nadie nace enseñado, ¿estamos seguros de saber cazar con estos perros para lograr buenos resultados?

Comenzada la temporada de caza, es natural que muchos aficionados se interroguen sobre el estado de sus perros. Su rendimiento físico será un factor esencial en el éxito de la jornada cinegética, ya que el buen o mal trabajo de los perros de muestra tras las perdices, liebres o conejos se traduce en una buena o mala percha. El buen trabajo canino viene marcado por dos constantes: su preparación psíquica para el esfuerzo y su preparación física para el mismo. En este artículo voy a abordar ambas en su relación con la caza y los cazaderos.

La de adiestrador de perros es una profesión dada a las polémicas. No ocurre como con los fontaneros o los dentistas, que si ponemos cinco en una habitación, estarán de acuerdo en cómo hacer el trabajo. Los adiestradores son como los políticos, todos están de acuerdo en el trabajo que hay que hacer, pero opinan tremendamente diferente sobre la forma de hacerlo. Un ejemplo es la polémica establecida entre el adiestramiento clásico, recuperado por el fenómeno televisivo César Millán, y los adiestradores que militan en la escuela conocida como “adiestramiento en positivo”.