Federcaza

Este ha sido un año raro, cinegéticamente hablando, determinado por la caída en picado de las poblaciones perdiceros, lo que ha llevado a los cazadores a poner sus ojos, aún más, en las aves migratorias que llegan todos los años la península a pasar el invierno con nosotros: zorzales, torcaces y becadas. Y este año han dado mucho juego.

Numerosos acotados de menor aprovechan las últimas jornadas para celebrar algunas batidas a las liebres que tienen a las viñas emparradas y a las dotadas de sistema de riego por querencia; y es que cada temporada más propietarios prohíben que se cace en el interior de estas parcelas para evitar daños en los tubos de riego, pero la realidad es que las rabonas crecen en número y se hace necesario abatir unas cuantas antes de cerrarse la campaña cinegética, siendo el gancho la modalidad menos dañina para las instalaciones agrícolas. Veamos cómo aprovechar bien estos últimos lances con las liebres.

El teckel y el jagd terrier son dos razas hoy bien diferenciadas, pero que tienen mucho en común, no solamente porque el teckel aportó su sangre en la formación del jagd, sino porque se han canalizado hacia un trabajo específico similar, la caza de alimañas persiguiéndolas en el interior de la madriguera o la de piezas de caza mayor como el jabalí.